El estado nutricional de una población es una de las variables más sensibles cuando se habla de desarrollo social y económico. Los autistas al ser pacientes con un sistema inmunológico comprometido y un sistema digestivo inmaduro llegan a desarrollar o adquirir deficiencias nutricionales debido a su condición. Al presentar alergias e intolerancias alimentarias comprometen su estado antropométrico. Estos niños generalmente presentan algún grado de desnutrición.
La dieta en el Autismo es un tema central y controversial que manejan varios autores. Algunos sostienen que la única viabilidad es la eliminación de los alimentos (gluten y caseína) que repercuten en el estado nutricional del paciente y alteran su conducta, pero cabe destacar que no todos los niños presentan este tipo de trastornos alérgicos o de intolerancia a estas proteínas, incluso existen casos en los que estos tipos de proteínas son asimiladas y no repercute en el comportamiento del niño, como se pudo observar a lo largo de la realización del estudio.
La intervención nutricional temprana puede marcar diferencias extraordinarias en la mejoría del paciente y aminorar los riesgos nutricionales y antropométricos que pudieran presentar.
Otros revelan que la solución esta en administrar mega dosis de las vitaminas que ellos pierden o no asimilan por tener un sistema gastrointestinal muy lábil en comparación con personas normales.
Es importante señalar que aún no existe un cúmulo de investigaciones que permita afirmar fehacientemente la utilidad de tales procedimientos.
Durante el periodo 2011 – 2012 en la ciudad de Guayaquil - Ecuador, se realizó una investigación de método observacional, estudio descriptivo y de diseño transversal que nos permitió caracterizar el estado antropométrico y nutricional sobre este grupo de pacientes.
La muestra estuvo compuesta por 45 sujetos: 40 niños y 5 niñas diagnosticados con Autismo, con edades comprendidas entre 3 a 9 años que acudían a una fundación especializada en este trastorno del desarrollo.
Se constato a través del estudio realizado que existe una mayor incidencia de desnutrición grado I correspondiente 21 autistas (47%) de la muestra estudiada. Seguido de 17 (38%) pacientes que presentaron un exceso en su peso en relación con su edad. 5 autistas (11%) se encuentra dentro del rango de normopeso y solo 2 (4%) presentaron desnutrición grado II.
Fuente: Base de datos Octubre – Diciembre 2011
Elaborado por: Moreno Gabriela
Los signos clínicos de mal nutrición mas evidentes que presentó la muestra fueron:
SIGNOS CLÍNICOS
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DEFICIENCIA NUTRICIONAL PROBABLE
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Cara
·
Despigmentación
difusa
|
·
E, Pr, Hierro
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Ojos
·
Palidez
conjuntival
|
·
Hierro
|
Dientes
·
Caries
·
Atrición
|
·
Alta ingesta de CHO y azucares adherentes/Deficiencia
de fluoruros
·
Dieta coriácea
|
Uñas
·
Leuconiquia
|
·
Zn
|
Sistema nervioso
·
Alteración
psicomotora (apatía)
·
Confusión e
irritabilidad
·
Perdida de
sensibilidad
·
Debilidad motora
·
Pérdida del
sentido de posición
|
·
B1
·
B1, Pr
·
B1
·
B1
·
B1,B2
|
En cuanto al manejo nutricional del paciente se pudo observar la realización de varios mecanismos o planes de alimentación para aminorar estos signos clínicos como:
- Dieta libre de ácido salicílico: supone que los salicilatos, colorantes y saborizantes artificiales alterarían el funcionamiento de personas sensibles a ello y por lo tanto se propone una dieta libre ácido acetil salicílico y de salicilatos naturales y artificiales. Se suprimen medicamentos como la aspirina y algunos alimentos ricos en salicilatos (manzanas, almendras, tomates, maíz, trigo, soja, lácteos, huevos, cítricos, aliño para ensalada, mayonesa, aguacate, aceitunas). Estos últimos son sustituidos por peras, plátanos y duraznos, con menor riesgo de alergias e intolerancias.
- Dieta libre de caseína y prolaminas tóxicas: varios autores e investigadores respaldan el uso de este tipo de dieta, debido a que estas sustancias provocarían aparentes problemas del sistema inmunológico que reaccionaría ante estos componentes opioideos (gluten - caseína) y agravarían o darían inicio a diversos síntomas gastrointestinales. Esta teoría se basa en una intolerancia al gluten, complejo de proteínas contenidas en el trigo, centeno, avena, cebada y triticale (híbrido de trigo y centeno) y alimentos que contengan estos granos.
Al introducir alimentos con gluten en la dieta se inicia la sintomatología: irritabilidad, inapetencia, distensión y dolor abdominal, deposiciones frecuentes, malolientes, espumosas y voluminosas, a veces acompañadas de vómitos. Con frecuencia se desarrolla deficiencia de ciertos nutrientes, principalmente vitaminas y sales minerales.
Para amenorar la sintomatología se recomienda eliminar estas proteínas y sus derivados o aquellas que tengan una estructura similar, ya que va hacer más lábil la membrana del intestino delgado. Antes de la suspensión recordar que no todos los autistas poseen el patrón de un celíaco.
- Dietas libres de fructosa y sacarosa: este tipo de dieta consiste en la administración de glucosa, dextrosa y edulcorantes artificiales, es decir carbohidratos más simples. Los cuales por su estructura molecular lo suficientemente pequeña pueden ser transportados a través del intestino delgado al torrente sanguíneo. Estos azúcares simples no necesitan ser desdoblados por las enzimas del páncreas o de las paredes intestinales.
- Dietas bajas en purinas: existe un subgrupo de niños autistas con elevados niveles de ácido úrico en su organismo y mejoran al ser sometidos a esta dieta. Generalmente presentan signos y síntomas como agresión, autoagresión, alopecia, inmadurez social, irritabilidad, hipotonía y espasticidad. (Libenson, 2007)
La persona diagnosticada con Autismo requiere un amplio cuidado, sobretodo en la alimentación de cada paciente así como también, el cómo deben interactuar con el medio social. La mayoría de estos individuos con frecuencia reciben una atención inadecuada con respecto a cuestiones médicas en gran parte porque no existen pautas uniformes o criterios confiables en la práctica de procedimientos diagnósticos y tratamientos. El resultado es una brecha inaceptable y potencialmente peligrosa en la atención médica de pacientes autistas.
Las conclusiones del estudio fueron:
- La caracterización del estado nutricional de los niños con autismo corrobora la presencia de desnutrición, independientemente del grado que presente. Esto es generado por múltiples factores ya sea por una ingesta inadecuada de alimentos que no llegan a cubrir sus necesidades darías, por déficit de consumo de frutas y hortalizas y exceso de golosinas, snacks y gaseosas para todos los niños.
- En cuanto al índice de talla para la edad. La mayoría presentó un crecimiento normal. Lamentablemente no existen tablas específicas para la valoración en este tipo de pacientes, por lo que se lo tuvo que medir con tablas de crecimiento para una población normal.
- Como lo aseveran varios autores existen intolerancias y alergias alimentarias sobre todo al gluten y caseína en este grupo pacientes. Dentro del estudio se pudo observar que no todos presentaban estas afecciones y solo 1 paciente de los estudiados tenía este tipo de restricción.
- No existe una dieta específica que pueda atenuar los síntomas gastrointestinales y signos clínicos del autismo. Cada organismo es diferente. Un estudio exhaustivo nos llevará al correcto tratamiento a emplear en ellos. No todos necesitan tener una restricción de gluten y caseína para disminuir sus dolencias.
- Debido a la pobre ingesta de vegetales y hortalizas así como en el consumo de frutas y elevados índices de azúcares simples y comida chatarra la muestra presentó un mayor índice de estreñimiento.
- De acuerdo a la ingesta según los grupos de alimentos existe un desequilibro total de las raciones diarias a consumir conllevando a un déficit en su requerimiento calórico diario.
- Cuando el comportamiento implica un trastorno alimentario o por enfermedad malabsortiva, puede dar lugar a signos clínicos. Los más evidentes en esta muestra se pudo observar la presencia de caries, leuconiquia, confusión e irritabilidad, apatía y palidez conjuntival, siendo estos rasgos clínicos y significativos de desnutrición.
- A lo largo de la realización del estudio se pudo observar un caso de hiperactividad por excesivo consumo de azucares simples. Además que el sujeto presentó alteración en el estado de ánimo y mayor irritabilidad.
- Se pudo constatar de que los niños con autismo son muy estereotipados o siguen un patrón establecido. Tal es el caso de que si estaba acostumbrado a consumir un tipo de alimento y se lo llegan a cambiar, el niño lo rechazaba inmediatamente y no quería comer.
Fuente:
* Autora
* Libenson L. Revisión del enfoque nutricional en la búsqueda de nuevas herramientas en el tratamiento del autismo. Argentina: ub.edu.ar; 2007 - [citado2 de Noviembre de 2011]. Disponible en: http://www.ub.edu.ar/investigaciones/tesinas/219_libenson.pdf.
* Corzo R. Autismo en trastornos metabólicos. España: espanol.groups; 2006 - [citado 26 de Octubre de 2011]. Disponible en: http://espanol.groups.yahoo.com/group/ListaACA/message/16936.